jueves, 19 de enero de 2012

Diseño y cultura.

Una introducción.
Desde 1900 hasta la actualidad.

-Conclusión a cerca del libro-

El diseño del siglo XX tiene dos etapas, la etapa moderna, de1900 a 1939, y la etapa posmoderna, desde 1940 hasta la actualidad.

Durante la primera mitad del siglo XX, el diseño moderno tenía el fin de satisfacer a un público consumidor, ayudándose de diferentes medios audiovisuales a través de los cuales conseguía marcar su propia identidad. Este diseño se veía como un medio para crear y reflejar significados; y a su vez de crear una necesidad proveniente de un deseo. El propio diseñador le daba un valor añadido al objeto de diseño.

De 1900 a 1939, surgen conceptos como los centros comerciales, el escaparatismo ,  la publicidad…y la cultura visual se convierte en una importante función sensorial, caracterizando la forma de diseñar y consumir.

Las tendencias que se crean hacen que la vida de los productos de diseño cada vez sea menos, ya que la innovación es constante, para conseguir generar propuestas de diseño que puedan satisfacer los gustos y necesidades del mayor numero de consumidores posibles; pero mediante el uso de la publicidad y los efectos que esta tiene sobre la población, se crea un consumismo en masa.
A su vez, existen ciertos productos que son signo de estatus social, y son consumidos únicamente no por necesidad, si no por crear una diferenciación social con el resto de la población.

Los diseñadores de esta época eran arquitectos en su mayoría, y por tanto hubo innovaciones en el ámbito de los materiales empleados para el diseño, como es el plástico, hierro, aluminio, el acero cromado, y el nylon.

Durante la Guerra, el consumo descendió, y se comenzó a considerar como un factor creador de identidades, tanto de grupo como individuales. La población busca una mejora de sus condiciones de vida y materiales.
En los años 40 se produce un auge de la “Americanización” en todos los países modernos, pero esto conlleva una perdida de las tradiciones.
A partir de los años 60 se dejó de extender el diseño moderno, y se comenzó a incrementar el consumo individual.
La posmodernidad llega de una manera rápida, promovida por los medios de comunicación de masas dando lugar al concepto de globalidad.

Los productos adquieren un valor añadido con el mero hecho de estar diferenciados bajo el nombre de un diseñador; y el diseño del mismo producto no solo funciona de manera individual sino que se ayuda del márketing, la publicidad, el branding y el packaging

La experiencia generada al comprar y consumir pasa a tener un papel relevante en la vida de los diseñadores, ya que no solamente se quiere diseñar el producto final que adquiere el consumidor, si no también las sensaciones y experiencias que el posible consumidor pueda tener; y se pasa a generar y diseñar un mundo fantástico a nuestro alrededor que sirve como estímulo sensorial y visual al consumidor.
Internet permite disponer de infinidad de experiencias simuladas, sin que sea necesario trasladarse para ello.
Durante la posguerra se comienzan a generar tejidos sintéticos y materiales como el látex y el acero inoxidable

En este contexto histórico aparecen las escuelas de diseño y la figura del diseñador gráfico.




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